Hace ya 10 años, el 25 de febrero de 2014, el mundo de la música perdió a una leyenda: Paco de Lucía.
Este maestro de la guitarra nos dejaba inesperadamente en Playa del Carmen, México.
Allí era donde encontraba su paz lejos de los escenarios, jugando al fútbol con sus hijos y sintiendo la tranquilidad del mar.
Paco no era solo uno de los guitarristas más influyentes de todos los tiempos, admirado por iconos de la talla de Keith Richards, sino también un hombre que sabía valorar la sencillez de la vida.
Semanas antes de su muerte declaraba al magazine de El Mundo:
"Allí es donde de verdad disfruto, en Playa del Carmen con su mar tranquilito. Voy, me alquilo una casa y me dedico a la pesca submarina. Y luego me cocino lo que he pescado y ya está. No quiero más que eso. Ahora pienso mucho en el tiempo, que ya no tengo tanto. Por primera vez creo que tengo que darme prisa y quedarme más tiempo en casa y dedicarme a componer, que es en definitiva lo que va a quedar. Los conciertos se los lleva el aire".
Así que, tomemos de Paco la lección de aprovechar el tiempo y simplificar.
Tengo nuestro blend First Crack por aquí, que aunque nada tiene que ver con ser un auténtico crack de la guitarra, es lo que me ha venido a la mente.
Me lo tomo con galletas maria tostada.
Maridaje "regreso a la infancia".
La música ya sabes cual es.
Feliz domingo.
FEEL GOOD
