Esta anécdota me sirvió para comprender cómo el café captura la esencia de su entorno. Cómo es algo vivo.
Te cuento.
Originalmente, el café se transportaba desde Indonesia hasta Europa siguiendo una ruta que bordeaba las costas de África.
El café viajaba meses en barco y se exponía a todo tipo de climas y temperaturas.
Después, con el Canal de Suez el trayecto se acortó.
El café ya no estaba sometido a las mismas condiciones medioambientales.
Y este cambio tuvo un gran impacto en su sabor. El café que llegaba a Europa era otro.
Mismo origen, distinto sabor.
Por eso, cuando nos presentaron el proyecto de Belco by Sail, el interés nuestro fue máximo.
Usar un barco de vela para traer el café nos pareció brutal.
Volver hacia atrás, para avanzar hacia adelante.
Ya lo dijo Ricky Martin...🎶
Un, dos, tresUn pasito pa'lante MaríaUn, dos, tresUn pasito pa' atrás
Hacia atrás para recuperar la fuerza del viento.
Buah!
Cero emisiones de CO2, reducción del tiempo de viaje, menor emisión de ruido y transporte en cámaras acondicionadas.
¿Alguien da más?
Hoy hemos compartido esta aventura en Coffee Fest charlando con los responsables de Belco.
Un lujo y caras de sorpresa ante la envergadura del proyecto.
Pronto os daremos detalles de cómo podréis reservar café de este primer viaje sostenible.
Porque detalles de como comprar nuestro café, no hacen falta.
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