Como fan del buen café seguro que lo que te cuento a continuación te suena.
(ojo que la cursiva viene con mucho azúcar)
En el corazón palpitante de la ciudad, hay un lugar que se erige como un santuario del buen gusto.
Aquí cada plato es un homenaje a los sentidos. Al entrar te envuelve un aroma embriagador.
Todo se conjuga para crear un ambiente de exclusiva serenidad.
El menú te invita a un viaje culinario sin igual.
SUFICIENTE.
¿Sabes hasta donde llega el viaje culinario?
Esta es la realidad en muchos sitios de buen comer.
Todo en orden, menos el café.
También ocurre en los de postureo donde abunda el latte con espresso tenebroso.
Da rabia.
¿Desconocimiento? ¿Contratos con las diferentes marcas? ¿Costumbre arraigada de café solo fuerte y amargo?
Es una mezcla de todo ello.
Pero ojo, la cosa está cambiando.
Y te lo agradezco.
Cada vez que exiges buen café damos un paso más.
Pasa un estupendo día.
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